lunes, 28 de noviembre de 2011

¿Es Necesario Reformar A Dios?

Por el hermano Marcos García

Pareciera que hay una enorme confusión en los líderes eclesiales en cuanto a las riquezas, esta se da en todos los que hayan tocado el más mínimo fleco del manto del poder.

El hombre que se conoce como hijo de Dios y heredero de la eternidad, tiene una visión diferente de las cosas de esta vida y de este mundo, no puede imaginar nada más elevado que, buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Si hacemos una visita al Antiguo Testamento saldrán a nuestro encuentro verdades extraordinarias de hombres, que sin pedirlo, formaron parte de los prosperados de Jehová. Hombres como Job, que aunque no habían leído ley alguna, la sencillez de su corazón y el temor de Dios los hacía perfectos y rectos delante del Padre Eterno.

Luego que quedó testimonio manifiesto de hombres que mantuvieron su integridad antes que la Ley fuera emitida y mucho antes de que el Espíritu Santo fuera derramado sobre la humanidad, aparece sistemáticamente estructurada la manera cómo ha de hacerse, y la razón por la que el hombre será prosperado. Deuteronomio 8:17, 18; Cap. 28.

El apóstol Pablo tiernamente le conversa a un joven líder y le expresa de la manera más firme el rigor de la experiencia que ha sufrido durante su apostolado, cuando sus ojos han sido obligados a ver desde primera fila la implacable destrucción de aquellos que quieren enriquecerse. 1 Timoteo 6:9, 10.

En estos días donde el mal que más perversamente ataca a la humanidad es el deseo de riquezas, las palabras del sabio vuelven a recordarnos el peligro que ellas llevan consigo. Proverbios 11:28 El que confía en sus riquezas caerá.

La Biblia Traducción en Lenguaje Actual dice en el capítulo 28 del libro del profeta Ezequiel 3 No eres más sabio que el profeta Daniel, ni conoces todos los secretos, 4 pero ciertamente eres muy listo: has logrado amontonar oro y plata, y te has hecho muy rico. 5 Sabes cómo hacer negocios. Por eso te has hecho rico y te has llenado de orgullo. 6~8 Como te sientes muy sabio, y hasta te crees un dios, voy a lanzar contra ti gente cruel de otros países. Esa gente te atacará y te hará la guerra. Acabará con tu belleza, con tu sabiduría y tu grandeza. Con violencia te quitará la vida, y morirás en el fondo del mar. Te juro que así lo haré.

Sin embargo, son cada día más los que sin remilgo cubren sus oídos con los tapones de la avaricia dejando su corazón expuesto totalmente al flagelo que los hará despertar frente a un juicio similar al que Jehová determinó para el ángel rebelde.

De tal manera que son selectivos al momento de predicar o enseñar tomando textos manipulables y dándoles connotaciones distintas a lo expresado en Las Escrituras.

Es más que repugnante escuchar las consecutivas exhortaciones de hombres y mujeres que haciendo mal uso de La Palabra de Verdad están vehementemente agotando sus fuerzas persuadiendo a la gente a ser dioses, popularizando en las congregaciones la terminología humanista: autoaceptación, autoestima, autoafirmaciones, pensamientos y confesiones positivas, automejoramiento, autorrealización, etc., todas ellas provenientes del Hinduísmo.

Después, utilizando las selectas palabras o frases que enunciamos en párrafo anterior adoctrinarán la grey haciendo del positivismo y la fe; del positivismo y el fatalismo, una misma cosa.

Por supuesto, que para implementar la terminología de La Nueva Era es preciso recurrir a la sicología y a la filosofía; estas disciplinas ayudarán al expositor en el proceso de hacer los cambios que considera pertinentes para la consecución de sus mezquinos intereses, o sea, que el hombre cree su propia verdad, ya que con esta nueva conciencia el hombre descubrirá sus poderes sobrenaturales.

Es aquí donde artificiosamente con el uso de palabras llamativas como: reformular, replantear, reordenar, redireccionar, etc., se le da una connotación “moderna”, haciendo ingentes esfuerzos por lograr hacer una reingeniería inédita a La Palabra de Dios.

Hoy se escuchan por doquier sermones altamente contaminados con motivación, sólo hay que sintonizar una estación de televisión o de radio, y allí está el personaje, que con La Biblia abierta lee y te obliga a repetir la palabra o frase clave con la que desarrollará su servicio, haciendo uso de su inteligencia, ya que de otra manera no podrá llevar al escucha al camino por donde quiere conducirle.

Debido a que La Biblia es divina, no está limitada a la inteligencia humana, por eso es tan frecuente que nos lleve más allá del límite de nuestra inteligencia, esto hace necesario que dependamos del Espíritu Santo para escudriñarla.

Cuando el líder eclesial usa La Biblia como una herramienta y no como La Palabra de Dios, inmediatamente se convierte en locutor de incoherencias doctrinales producto del desvío de su identidad. En este estadio asumirá la tarea de reformular Las Escrituras, acomodándolo todo, o lo que estima conveniente, a la medida de sus necesidades.

Este desvarío es tan poderoso que lo arrastrará hasta su nueva condición, la de falso maestro, del cual se derivarán figuras que estimularán su ego, como profeta, apóstol, etc. Bajo la sombra de cualquiera de estos sombreros creará normas y leyes que prohibirán todo tipo de crítica, incluyendo las suyas amable lector.

Por esta razón no son pocos los pastores que temen invitar a predicadores o evangelistas comprometidos con el Señor y su Palabra, por miedo a que al ser la congregación penetrada por la Verdad quede en evidencia sus paganos intereses de usar la piedad como recurso para obtener prosperidad económica. 1 Timoteo 6:5.

Estos son los hombres a los que el Señor señala, reprende y amenaza duramente en Jeremías 6:13 Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores. 6:14 Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz.; Y en Isaías 32:5 Ya no se llamará noble al necio, ni será respetado el canalla.

Son los mismos a los que Dios en el libro del profeta Ezequiel reconviene con manifiesto dolor, expresando toda la ternura y pureza del amor que le profesa a la humanidad cuando dice: Por cuanto entristecisteis con mentiras el corazón del justo, al cual yo no entristecí, y fortalecisteis las manos del impío, para que no se apartase de su mal camino, infundiéndole ánimo, Ezequiel 13:22

Con esta clase de docencia impartida por los predicadores de la prosperidad, ya el pueblo de Dios no sólo perece por falta de conocimiento, ya no es llevado cautivo sólo por ignorancia, sino también, por los argumentos de la falsamente llamada ciencia.

Siento complacencia al terminar este aporte con las palabras del insigne hermano John MacArthur en su obra Difícil de Creer:
Los pastores y maestros que diluyen el evangelio de Cristo para hacerlo más popular y atrayente son responsables de conducir a su público por el camino que lleva al castigo eterno.
En este libro John MacArthur expresa la tendencia moderna de alterar el mensaje verdadero del cristianismo con el fin de complacer los caprichos y deseos de una cultura que espera recibir mensajes sin confrontación, respuestas fáciles y compromisos superficiales.
Un agradecido abrazo, por leerme. 

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